בס "ד

Masay (Números 33-36 )

Bamidbar, 33:1"Estos son los viajes de los Hijos de Israel que salieron de la tierra de Mitzrayim según sus grupos, en manos de Moshé y Aarón".
Bamidbar Rabá, 23:3"Es análogo a un Rey cuyo hijo estaba enfermo. Lo llevó a un lugar para curarlo. Cuando regresaron, su padre comenzó a relatar todos los viajes, y dijo: "aquí dormimos, aquí tuvimos frío, aquí te dolió la cabeza". Así también, el Santo, Bendito Sea, le dijo a Moshé, "recuéntales todos los lugares donde Me enojaron", por eso dice, "estos son los viajes".

En la porción de la Torá de esta semana, la Torá relata los 42 campamentos en los que se detuvo el pueblo judío durante su largo viaje desde Egipto hasta la Tierra de Israel. ¿Por qué es tan importante que la Torá dedique tantas palabras a una información aparentemente insignificante?

El Midrash lo explica con una analogía de un Rey cuyo hijo está enfermo, por lo que el Rey lo lleva a un lugar donde pueda curarse. Cuando regresan, el Rey relata cada viaje y lo que sucedió allí, como cuando el niño tenía dolor de cabeza. El Midrash concluye que de una manera similar, Di-s cuenta donde el pueblo judío Lo enfureció.

El Midrash está explicando que Di-s quería relatar los lugares donde el pueblo judío pecó y sus consecuentes castigos. Esto sólo lleva a la pregunta: ¿cuál era el beneficio de reiterar acontecimientos tan desagradables?

El Limmudei Nissan1 responde que esto viene a enseñar una idea importante sobre cómo la gente mira hacia atrás, hacia los momentos menos gloriosos de la historia de su vida. La tendencia natural de la mayoría de la gente es olvidar su historia desfavorable y hacer borrón y cuenta nueva. La Torá enseña que ésta es una actitud errónea. Es importante recordar nuestro pasado, incluso si ese pasado incluye incidentes que no nos enorgullecen.

¿Por qué?

Una de las razones es que la única forma de saber cómo ser mejores en el futuro es aprender de nuestro pasado. El rabino Yissachar Frand cita una famosa frase del filósofo estadounidense George Santayana: "Quienes no aprenden de la historia están condenados a repetirla". En este sentido, la razón por la que la Torá cataloga todos los campamentos es para enseñarnos, en palabras del rabino Frand:

"Sí, hubo momentos en vuestro pasado en los que caísteis, pero supisteis reponeros de esos momentos. Sí, hubo momentos en vuestra historia en los que no actuasteis correctamente, pero supisteis salir adelante gracias a vuestra fuerza de carácter. Esas son lecciones importantes que una persona tiene que saber. Una persona es la suma total de sus experiencias, buenas y malas. Tener una actitud de "sólo quiero olvidar el pasado" va a condenar a una persona al fracaso de nuevo. La Torá considera que vale la pena enumerar los 42 campamentos para enseñar esta lección: que la vida es un viaje. El viaje a veces no es una línea recta: tiene altibajos, picos y valles. Hay momentos gloriosos y momentos menos gloriosos. No debemos borrar ninguno de ellos de nuestra memoria.

A continuación, el rabino Frand relata la siguiente historia en relación con esta idea. Una vez alguien le hizo una pregunta. Tenía un hijo al que le costaba mucho comprometerse y casarse. En el transcurso de los años que tardó en comprometerse, los padres recopilaron en un cuaderno de hojas sueltas todas las sugerencias de citas que se habían propuesto y considerado a lo largo de los años. Se convirtió en un grueso compendio. El padre se dijo a sí mismo que cuando su hijo por fin se comprometiera, "voy a quemar este cuaderno".

No se trataba de una idea totalmente novedosa. Era "costumbre" entre algunas personas quemar el documento de su hipoteca una vez que por fin habían terminado de pagarla. También sigue siendo habitual que algunos estudiantes quemen sus libros de estudio cuando se gradúan. Estas acciones simbolizan la opinión de que esa parte de la vida de una persona se acaba de buena gana y se borra de la historia. Así se sentía el padre con respecto a los shidduchim de su hijo.

El rabino Frand le dijo que no estaba seguro de que ése fuera el enfoque correcto de la Torá: "Le dije que esta experiencia era un viaje en el que había altibajos (probablemente sobre todo altibajos), pero era un viaje del que una persona esperaba crecer. No es algo para destruir como si nunca hubiera ocurrido".

La prueba del rabino Frand fue la lección de los 42 campamentos. Di-s quería que el pueblo judío recordara cuando cometieron errores y cuando soportaron dificultades y fracasos. Estos acontecimientos no se volvieron superfluos una vez que el pueblo judío entró finalmente en Israel. Más bien contribuyeron a la construcción de la nación judía y de la misma manera la propia historia de una persona la hace.

El rabino Frand aconsejó a este padre que, a pesar de que había momentos dolorosos asociados a este cuaderno, las crónicas del período de prueba en el que su hijo intentaba encontrar a su pareja destinada no es, sin embargo, algo que deba quemarse. Deben guardarse y estar disponibles para que, de vez en cuando, tanto el hijo como el padre puedan decir: "Mira por lo que pasé y mira desde dónde he llegado".

Que todos merezcamos aprender de nuestro pasado, incluso cuando no fue tan agradable.

Por el rabino Yehonasan Gefen

Notas

  1. Escrito por Rav Nissan Alpert zt "l, citado por Rav Yissachar Frand, shlit'a.

PORCIÓN SEMANAL DE LA TORÁ,

La luz que guía
por Rabino Yehonasan Gefen

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